POR PENSAR, POR SENTIR, POR SER LIBRES...
Pleno siglo XXI. Creemos que somos la leche, que somos el futuro (cuando no somos más que un presente que se basa en el pasado), que hemos evolucionado tanto… Explicaré desde el principio el porqué de esta reflexión.
Ayer por la noche fui al cine a ver Salvador. Una película que habla de un revolucionario catalán que vivió en la época de la dictadura Franquista. Lo condenaron a pena de muerte por matar (mientras se defendía) a un policía… ¿Hubiesen condenado al policía a pena de muerte por matar al revolucionario? Cuando sales del cine piensas lo horrible que era todo aquello y que, afortunadamente las cosas ahora no son así. Al menos, no del todo…
El fin de semana pasado salí con mis compañeros de piso por Bilbao. Habíamos estado pasándolo genial toda la noche y decidimos acabar en una discoteca del centro. A eso de las 5 de la mañana cerraron, así que salimos a la calle y nos encontramos que justo en la puerta de la discoteca había un furgón y un coche de la ertxantxa. Los ertxantxas querían que la gente se apartase para dejar pasar una ambulancia, así que decidieron que la mejor manera de hacer que la gente se moviese, fue bajar del furgón apuntando con las escopetas de pelotas de goma a la gente que había por allí. Un chico gritó (y repito, simplemente gritó, “pero que hemos hecho?”), a lo cual la respuesta de uno de los ertxantxas fue empezar a pegarle con la porra. La gente que había por allí empezó a gritar y los ertxntxas empezaron a disparar pelotas de goma a todo el que se quejaba.
¿Balas de goma por quejarse? Mmmmm Me viene a la mente la palabra represión…
Creo (o quiero creer) que el mundo ha evolucionado, que la represión que existía en la época de Franco no volverá nunca (al menos soy libre para hablar la lengua -o lenguas- que me de la gana sin que nadie me lo prohíba), pero tampoco podemos decir que seamos completamente libres. (Asusta, eh!)
Nunca defenderé la gente que defiende sus ideas usando armas, pero creo que la gente tiene el derecho de opinar sin ser juzgado por ello, sean cuales sean sus ideas. Las ideas, en el fondo, son también sentimientos y nadie tiene derecho a reprimir los sentimientos de nadie. ¿Qué más le da a la gente lo que yo sienta o piense mientras respete los sentimientos de los demás? Puede que no tenga muchas cosas claras, que no sea más que una ilusa que solo pone los pies en el suelo cuando esta obligada a hacerlo, pero tengo muy claro como no quiero vivir. No quiero vivir con represión, no quiero vivir con miedo y no quiero vivir sintiendo el odio al que esto lleva. No quiero tener que contener mis palabras, ni pensar en como reaccionará o qué pensará la gente que me rodea de lo que acabo de escribir. Supongo que de eso se trata la libertad.
Ayer por la noche fui al cine a ver Salvador. Una película que habla de un revolucionario catalán que vivió en la época de la dictadura Franquista. Lo condenaron a pena de muerte por matar (mientras se defendía) a un policía… ¿Hubiesen condenado al policía a pena de muerte por matar al revolucionario? Cuando sales del cine piensas lo horrible que era todo aquello y que, afortunadamente las cosas ahora no son así. Al menos, no del todo…
El fin de semana pasado salí con mis compañeros de piso por Bilbao. Habíamos estado pasándolo genial toda la noche y decidimos acabar en una discoteca del centro. A eso de las 5 de la mañana cerraron, así que salimos a la calle y nos encontramos que justo en la puerta de la discoteca había un furgón y un coche de la ertxantxa. Los ertxantxas querían que la gente se apartase para dejar pasar una ambulancia, así que decidieron que la mejor manera de hacer que la gente se moviese, fue bajar del furgón apuntando con las escopetas de pelotas de goma a la gente que había por allí. Un chico gritó (y repito, simplemente gritó, “pero que hemos hecho?”), a lo cual la respuesta de uno de los ertxantxas fue empezar a pegarle con la porra. La gente que había por allí empezó a gritar y los ertxntxas empezaron a disparar pelotas de goma a todo el que se quejaba.
¿Balas de goma por quejarse? Mmmmm Me viene a la mente la palabra represión…
Creo (o quiero creer) que el mundo ha evolucionado, que la represión que existía en la época de Franco no volverá nunca (al menos soy libre para hablar la lengua -o lenguas- que me de la gana sin que nadie me lo prohíba), pero tampoco podemos decir que seamos completamente libres. (Asusta, eh!)
Nunca defenderé la gente que defiende sus ideas usando armas, pero creo que la gente tiene el derecho de opinar sin ser juzgado por ello, sean cuales sean sus ideas. Las ideas, en el fondo, son también sentimientos y nadie tiene derecho a reprimir los sentimientos de nadie. ¿Qué más le da a la gente lo que yo sienta o piense mientras respete los sentimientos de los demás? Puede que no tenga muchas cosas claras, que no sea más que una ilusa que solo pone los pies en el suelo cuando esta obligada a hacerlo, pero tengo muy claro como no quiero vivir. No quiero vivir con represión, no quiero vivir con miedo y no quiero vivir sintiendo el odio al que esto lleva. No quiero tener que contener mis palabras, ni pensar en como reaccionará o qué pensará la gente que me rodea de lo que acabo de escribir. Supongo que de eso se trata la libertad.
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