BECAUSE...
Verano... esa época del año en la que de repente Nat desaparece para que vuelva a aparecer Alex. Esa niña pequeña que llevo dentro y que creo que no desaparecerá nunca.
Trabajar haciendo campamentos me permite muchas cosas... una de ellas es jugar como cuando era niña sin que nadie me mire raro. Creo que todos los que trabajamos con niños tenemos dentro un pequeño Peter Pan.
A veces, es duro trabajar con niños (y más en un idioma extrangero), pero también es cierto que se aprende tanto de ellos...
Pero bueno, el post de hoy no va para mis enanos, sino para la gente que por casualidades de la vida comparte conmigo 15 días de su vida. Siempre digo que hacer campamentos es como jugar a la lotería, unas veces toca, tienes suerte y trabajas con un equipo de gente que te gusta y con el que te sientes bien y otras veces no te gusta nada y estas esperando que se acabe ya para empezar otra cosa nueva. Bueno, pues esta vez me ha tocado la lotería! Hacía ya tiempo que no me volvía a sentir así en un campamento... Ahora mismo tengo la misma sensación que cuando empezaba, la misma ilusión (aunque tengo que reconocer que estoy más cansada :P). A muchos de mis compañeros ya los conocía, pero estoy descubriendo a otros que también me gustan mucho.
Aunque parezca mentira, en algunos de mis campamentos he encontrado muy buenos amigos... empiezas compartiendo la responsabilidad de tener 100 niños a tu cargo y acabas compartiendote tu mismo... hay algo más bonito?
Esta foto es de un momento precioso, ayer por la noche, todos juntos en la sala de profes, riendo y celebrando (porque no decirlo) que ya me han cerrado el expediente de la universidad, lo que quiere decir que ya soy (legalmente) filóloga.
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